Formar parte de un tejido social.
Por qué ser parte de un tejido social.
Entendemos como tejido social a todas las personas que trabajan con la población o el entorno al que se dirige el proyecto. Desde la familia, hasta asociaciones o los servicios sociales.
En algunos casos la colaboración saldrá de forma natural, como puede ser el caso de mantener el contacto con la madre o el padre de un/a niño/a. Pero en otros, hay que buscar ese contacto, por ejemplo con los/as educadores/as sociales o con el colegio, y eso supone un gran trabajo.
En nuestra opinión hay cuatro razones principales para trabajar con otros agentes y entidades.
(1) Para lograr los objetivos del proyecto, muchas veces se necesitará su colaboración o conocimiento.
(2) Quizás otro proyecto u otras personas con objetivos similares también están dando esa ayuda, y en vez de duplicarla, habría que buscar cómo complementarla.
(3) La tercera razón es, que además de la ayuda que se esté dando en el proyecto comunitario, la persona o el entorno también tendrá otras necesidades que cubrir y por eso hay que saber qué tipo de ayudas está recibiendo y si se ve alguna carencia, comunicarlo a servicios sociales.
(4) Por no tener un CIF, los proyectos comunitarios pueden tener muchas dificultades con algunos aspectos legales o para lograr financiación. Trabajando debajo del paraguas de otra entidad podrían solucionarse.
Razones para crear o formar parte de un tejido social hay muchas, pero hay una gran limitación, y es que para ello se necesita del tiempo y dedicación de todas las partes: corresponsabilidad.
Estrategias para trabajar de forma corresponsable.
Antes de nada, queremos remarcar que las personas responsables de un proyecto comunitario no suelen tener la disponibilidad de ONGs o instituciones, quienes hacen esa labor en su horario de trabajo e incluso pueden recibir ayudas sólo por ser parte de esa red.
También es posible que el resto de agentes no estén por la labor de trabajar en red. En esos casos, creemos que lo mejor es no perder energía y se debe ser paciente, ya que en el futuro puede que la situación cambie.
Suponiendo que existe una oportunidad de tejer la red, a continuación dejamos algunas claves para lograr una red sostenible y con impacto. En la web podrás conocer casos de éxito y profundizar en el tema.
(1) Conocer bien qué cambio quiere lograr cada agente.
(2) Entender también qué actividades y metodologías utilizan.
(3) Nombrar líderes/as que marquen tiempos y objetivos.
(4) No competir por el progreso propio, buscar un bien común.
(5) Realizar actividades conjuntas entre las entidades.
(6) Evaluar el impacto generado e implantar mejoras.